jueves, 30 de enero de 2014

Las manos


 Ahora son manos nerviosas, que se quejan de dolores, pero sobre todo de nostalgia por todo lo que hicieron  y  ya no pueden. Perteneciendo a una mujer luchadora incansable, y dando respuestas a la vida cuando fue dura con ella, y la suerte le volvió la espalda en el momento crucial de formar una familia.



Innumerables son las funciones que desarrollaron en tiempos hostiles  y las situaciones a las que se vieron sometidas pero nunca se cansaron ni la dejaron tirada. Dos manos que sirvieron para levantar un mundo, sin  palanca alguna, sólo con la fuerza de su voluntad.  Voluntad que fue mucha y después de tantos años todavía le sobra. Ahora  le acompañan cuando habla y  habla  para contar todo lo que recuerda, las  historias propias, textos de los  libros de la escuela, o extensos poemas, entonados  con claridad y expresados  con los  gestos adecuados y precisos de  las manos,  haciéndolas hablar, como las grandes actrices.
En los largos tiempos de ociosidad, descansan encima de la falda, o se buscan para estar  entrelazadas un rato, y de paso  comprobar que ninguna de las dos hace algo que la otra no sepa. Echan  de menos muchas cosas que no hacen,  ahora que el tiempo es largo y pesa, por ejemplo; sujetar y pasar las hojas de un libro,  porque la vista ya no acompaña,    
Manos  cansadas,  gastadas, como dos envoltorios frágiles y delicados con las   señales  de  toda una vida,  pero  llenas de intenciones,   de cosas por hacer.  Manos torpes y algo lentas,  pero no vencidas.

Foto: Las manos de la Abuela;  dentro de dos días celebrarán los muchos años que llevan juntas. 
Purificación.

9 comentarios:

  1. Un bonito escrito a esas manos luchadoras de la abuela, esas manos se merecen este precioso homenaje. Besicos

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  2. Las manos van cambiando,
    al compás de nuestra vida
    Esas manos de la abuela
    van guardando experiencias
    de muchos años vividas.

    Después de leerte, me han surgido estos versos.

    Besos

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  3. Manos sabias, manos ancianas. Bella foto y bellas palabras, Pamisola.

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  4. Puri, hermosas palabras para unas manos que hablan por si solas.
    Felicidades en este día tan especial para ambas.

    Un abrazo

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  5. Las manos, la forma de moverlas, la forma en la que agarran, en que acarician... Si cierro los ojos aún puedo sentir las manos de mi madre, cuando yo era un niño.
    Besos.

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  6. Me encantan los ancianos y me hipnotizan sus manos: ¡cuánta vida, cuántos pesares, cuántas historias!
    Un abrazo y felicidades a tu abuela.

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Por razones ajenas a la autora de este blog, no se admiten comentarios anónimos. Pido disculpas y espero volver a permitirlos más adelante. Gracias.