lunes, 17 de marzo de 2014

Agobiante experiencia


Dijeron  que todo duraría unos veínte minutos de nada. Lo de "nada" era para animar al incauto, yo. En estas condiciones, nada, es  mucho
-No sé si podré aguantar. Me voy a poner nervioso.
-Hombre, ya que está usted aquí...
Todo colocado sobre mi cuerpo, entro en el tunel, los brazos para atrás.
-No se mueva, si le sucede algo apriete este botón. ¿si me sucede qué?
-Haga todo lo que le digan por el altavoz. Vale.
Me dejan solo, con la ansiedad creciendo.
Espero.
Lo que veo, y que tengo a un palmo de las narices me está empezando a agobiar, pero disimulo para no reconocer que quiero salir de allí, ya; pero no puedo moverme, sólo apretar el botón.
Pido clemencia a mi imaginación, para transfomar lo que veo, pero no acuden ni el paseo con árboles, ni el autobús de color rojo lleno de gente, ni la ropa que puse donde me ordenaron, ni los objetos metálicos que llevaba puestos que dejé en el bolso del abrigo, ni la cara amable, que me habló unos minutos antes. Nada, ni unos garabatos de lo más elemental, que me distraiga de la parte matálica de color blanco tan cerca de mi respiración, nada.
El zumbido continuo de la máquina se alterna con golpes secos como si la estuvieran construyendo conmigo dentro, sin ritmo ni repetición previsible para ocuparme en calcular el próximo ruido. Un lapso de tiempo bastante más largo ahora, ¿y si se olvidan de que estoy aquí?
Mi mente, cabrona, no me ayuda; ¡five!, ¡four!, ¡three!, ¡two!, ¡one!, ¡ziro!


-Señor, oiga señor. La voz de la cara amable, supongo, me salva, me deja en tierra. Son órdenes, pero es una voz y se dirige a mí. Caigo en la cuenta, es la cuarta o quinta vez que lo repite.

-Atención señor;
-coga aire,
-expulse todo el aire,
-no respire....

....-respire

Ya hemos terminado, señor. El resultado se lo enviaremos a la consulta de su médico.

Purificación.


11 comentarios:

  1. Pues sí. La imaginación no ayuda en esos casos.

    ResponderEliminar
  2. Me he estado viendo a mí misma la primera vez que me hicieron una resonancia........las siguientes ( y han sido varias) ya han sido muy llevaderas y es que cuando te hacen algo nuevo que desconoces se pasa más "mieditis" que cuando ya lo conoces.Besicos

    ResponderEliminar
  3. Que bien describes, amiga, la angustia y la claustrofobia ( en mi caso) cuando te meten en esa especie de cápsula del tiempo...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Hermoso relato de primavera y del disfrute de la naturaleza (si lo piensas bien, así resulta)
    Abrazos, siempre

    ResponderEliminar
  5. Siempre son agobiantes esas Resonancias nuclear-magnéticas.... Totalmente de acuerdo y tu relato lo hace sentir así también. Yo elijo para esos casos, una que no cierre hermeticamente, sino que tiene abierto el extremo superior.

    Besos, Puri

    ResponderEliminar
  6. No me he hecho ninguna. Pienso que los nervios juegan un papel importante.

    ResponderEliminar
  7. Ya estuve yo una vez así y me dieron unas ganas tremenda de ir al baño, uy, qué apuro!
    Un abrazote bien grande.

    ResponderEliminar
  8. Yo no la he sufrido aún, pero dicen que no es nada agradable esta experiencia...
    Besos.

    ResponderEliminar
  9. No he pasado por eso, qué angustia...Ni siquiera sirve la imaginación. Que ese túnel nos espere muchos años.
    Besos, Puri.

    ResponderEliminar
  10. Una vez he estado metida en el tubo metálico de la resonancia magnética. ¡Qué bien lo ha descripto! Para mi ni fue tan bien como la pintaba mi hermano Rafael, ni tan mal como me decía mi hermano Victoriano. Éste me decía que nunca volverá a meterse ahí. En fin un término medio. Pero es verdad que agobia y mucho .

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Por razones ajenas a la autora de este blog, no se admiten comentarios anónimos. Pido disculpas y espero volver a permitirlos más adelante. Gracias.