jueves, 12 de abril de 2012

Sólo él...


              Sólo él conocía  el motivo  y ni siquiera a ella le quiso decir la verdad. Lo arregló con la frase más conocida y menos justa  “ya no te quiero”. Antes estuvo sopesando cual de las dos noticias le haría sufrir menos y aunque reconocía su error ya no habría marcha atrás. Lo peor sin duda, además del sufrimiento que le causaba, sería su reacción.
            Por eso permanecía en guardia, preparado para cuando ella viniera a entregarle las cosas que él le regaló. Sería cómo la firma del finiquito de un contrato que nunca hizo falta.
            -¡No quiero nada tuyo!-  le dijo tajantemente la  última vez que hablaron, y él aceptó de mala gana. Eso no arreglaría nada, los dos lo sabían pero respetó la decisión, sólo en eso se pusieron de acuerdo.
            Estaba nervioso porque se acercaba el momento y por que no se imaginaba cómo serían sus vidas de ahora en adelante.
            No quería la devolución de cosas, y sabía que iba a ser duro tener que recoger todos los objetos con tantos sentimientos adheridos,  revueltos en una caja, como si fueran los restos  de un naufragio. En ese mismo momento se convertirían en simples cachivaches que, sin embargo, significaron tanto en las fechas importantes compartidas, además de los cinco aniversarios.

            Y después, sería lo que tuviera que ser. No sabía si se le concedería el tiempo necesario para averiguar  si entre  todo aquello, camuflado en forma de algo también le devolvía el alma.
  P. Merino
                                           
 



Foto Internet


                                                                                               

6 comentarios:

  1. ¡¡Bárbaro el cuento!!! ¡Sí señora así se hace un cuento breve!!!

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  2. Puri, cuento o relato, muy bueno.
    Besos cervantinos para Pedro-aunque no quiere saber nada de mi- y para ti.

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  3. Te digo lo que ya han apuntado Pedro y Kety, muy buen cuento que te va llevando de la mano hasta un magnífico final.

    Besos

    Luz

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  4. por eso es mejor no adherir sentimientos a las cosas... por lo que duele despegarlos luego

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    Respuestas
    1. Pedro, gracias,con estas buenas palabras, tendré que cargar las pilas para cuando nadie diga nada.

      Kety, gracias por tu opinión. Yo también te mando Besos Cervantinos desde aquí. Alcalá está de preparativos para el Premio Cervantes.

      Luz, agradecida por la forma tan concisa y bonita de darme el aprobado.

      Pedro Ojeda: Sería mejor; pero hasta los bebés sólo se duermen con el peluche que más quieren.


      Abrazos, Puri.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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Por razones ajenas a la autora de este blog, no se admiten comentarios anónimos. Pido disculpas y espero volver a permitirlos más adelante. Gracias.