Leyendo el libro Campos de Castilla, de Antonio Machado, encuentro poemas que ya conocía de hace mucho tiempo de cuando que me los cantaba Serrat.
Pero siempre hay que insistir, y volver a los libros una y otra vez. Y siempre se "descubre" algo, algún poema que no se había puesto a tiro, que lo pasé de largo, o lo leí y en ese momento no me conmovió. Y así repasando sin respetar el orden, me llama la atención este: "A José María Palacio". Y como siempre, pienso que soy la última en saber lo que otros ya saben, pero es igual, yo lo disfruto ahora.
A mi que me gustan la forma, la estrategia de escribir las cartas, veo en este poema de Machado, una carta preciosa que le dirige a su amigo José María Palacio, haciéndole preguntas de su querida Soria, que él mismo contesta con sus recuerdos de tiempos felices.
"¿Hay zarzas florecidas entre las grises peñas,
y blancas margaritas entre la fina hierba?"
- FOTO: Dejarse llevar.-
y pregunta de nuevo, aquí con duda, "¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
¿tienen ya ruiseñores las riberas?"
- FOTO: Dejarse llevar.-
Y entre preguntas y afirmaciones va discurriendo ese trozo de la naturaleza viva que él ya no presencia, y se dirige al amigo para hacerle preguntas, seguidas de las seguridades que ya presiente.
A José María Palacio
Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.
¡Oh, mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino
al alto Espino donde está su tierra...
Baeza, 29 de abril 1913. Campos de Castilla. A. Machado.
Hoy también me encontré con este tan breve, de cuando me lo cantaba Serrat, y siempre me dejó en que pensar.
Sencilla y preciosa manera de explicar la dificultad de querer ser, lo que no se es.
( FOTO: también, dejarse llevar: precioso jardín.)
Érase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar,
y se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor,
y el jardinero se fue
por esos mares de Dios.
Parábolas, III, Campos de Castilla. A. Machado.
José María Palacio: Periodista en Soria y en Valladolid. Fundó El Porvenir Castellano, periódico de Soria en el que colaboró Machado, y dirigió Tierra Soriana, donde también colaboró nuestro poeta. Palacio era amigo y medio pariente de Machado. (Editorial Cátedra)
J. M. Serrat: Un señor que "cometió la atrocidad" de ponerle música a los poemas de Machado para que los conociera yo.
Puri Merino.
Fotos: Dejarse llevar por las palabras.
Machado es magnífico y en sus versos, además de una preciosa lírica, hay una filosofía inquietante.
ResponderEliminarQue maravilla nos traes hoy Puri. Esa primavera que he visto de cerca hace poco, y esos ruiseñores mantenidos en un punto en el aire, gorgojeando alegres contra el viento...
ResponderEliminarGracias Puri
Un post para emarcar, escribir cartas llenas de amistad y primavera lo hacen a las mil maravillas los grandes. Besicos.
ResponderEliminarUn poema precioso que trasmite esa nostalgia de la tierra lejana en la distancia.Besotes
ResponderEliminarPara los que hace más de 40 años nos iniciamos a la poesía con aquella edición de sus Poesías completas, de Losada, muchos de estos versos nos asaltan continuamente.
ResponderEliminarY, siempre que pasamos por Soria, subimos al alto Espino, a echar una mirada sobre su tierra, a fundirnos con el olmo...
Un abrazo
Gracias a Serrat, se propagó mejor su poesía. Machado, el poeta de las extensas tierras, amarillas al sol.
ResponderEliminarBesos
"¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?" Las preguntas más importantes son así. Siempre me gustó ese poema.
ResponderEliminarFue un descubrimiento aquel libro que hablaba de grises alcores y cárdenas roquedas, en aquellos años de transición. La voz de Serrat, y la música, una gran labor divulgativa, no fue una atrocidad...
Besos
Esta epístola en verso que tan bien traes aquí es de una magnífica tensión poética: hasta el último verso no sabremos el motivo de sus preguntas: mandar a su amigo llevar flores a la tumba de su esposa muerta.
ResponderEliminarY qué acertado el recuerdo de Serrat. Informo de esta entrada el próximo jueves y te pido disculpas por no haberla incluido en la entrada de la semana correspondiente.
Hola! Machado una de mis poetas favoritos, y al que acabo de releer hace poco, con versos tan entrañables....
ResponderEliminarMi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Saludos
¡Qué bien conocía Antonio Machado la primavera castellana,tarda en venir, pero cuando viene es esplendorosa!
ResponderEliminarBesos
Luz
Vengo a saludarte a mi regreso, Puri, y a agradecerte tu recibimiento en mi casa y me encuentro con esta epístola tan bella de Machado. Maravillosamente bella... y el recuerdo de Serrat, que también me acompañó en la juventud...
ResponderEliminarUn beso, Puri
¡Qué gran poeta, Machado! que bellos son sus poemas, y que Serrat los puso su voz.
ResponderEliminarUn beso.
Machado es tan entrañable...Su sentimiento hondo trasciende toda su poesía. Serrat hizo muy bien en cantarlo, porque también es música la poesía, a mi parecer.
ResponderEliminarBuena entrada (lástima que no se vean la fotos..)
Un abarazo