viernes, 28 de junio de 2013

Amanece, que...


Alguna vez  nos cogió por sorpresa  la hora del amanecer, pero como íbamos a otra cosa  y no entraba en nuestros planes, no  le prestamos  ninguna atención. Muy distinto sería  si, como los buenos proyectos, se prepara con antelación. 



NORMAS PARA VER AMANECER:
Poner el despertador una hora antes del "espectáculo". Vestirse y salir corriendo a buscar el montecito más cercano y subir deprisa, no sea  que  ese día el sol se impaciente por salir y no respete los cálculos que los hombres sabios y  eminentes lumbreras hicieron hace tantos siglos. Una vez arriba, buscar un sitio para sentarnos en  primera fila, a poder ser.  Condición indispensable, haberse quitado bien todas las legañas.
¡Por favor!  que todo el mundo  se calle, y nada de palomitas ni termos con  café,  total sólo va a ser un momento, ¡un momento genial!


El telón oscuro e infinito, empieza disolverse y sin poder decir en que momento exacto sucede, un gris luminoso destierra el negro de la noche,  dejando entrever un color rosáceo y luego  anaranjado;  naranja suave al principio,  brillante y agresivo después. 
La oscuridad se resiste, hasta que de golpe el color  naranja intenso se convierte en un amarillo luminoso, haciéndose respetar, con la fuerza necesaria para cegarnos y  hacer nos cerrar los ojos, y casi a la vez abrir la boca para que salga un ¡oh! emocionado y demostrar así nuestra admiración.


Es cierto, no hay prisa, volverá a repetirse el espectáculo, que deja de serlo porque sucede todos los días, de todos lo años, de todos los siglos. Pocos son los que se privan de unas horas de sueño para disfrutar de ese maravilloso momento, porque saben que cualquier otro día se volverá a repetir.

Puri Merino.
Foto: Julio Cobos

9 comentarios:

  1. Muchas veces veo amanecer, cuando en la primavera voy a abrirle la puerta al caballo, pero nunca es el mismo espectáculo y siempre me impresiona.

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  2. Que bonito post Puri. Es verdad que no prestamos atención a ese momento del día que es un espectáculo fantástico, pero hoy tu lo has descrito tan bien que dan ganas de apuntarse a esa excursión matutina.
    Besitos

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  3. Bello, bello,bello....

    Tú estás con amaneceres y yo, con atardeceres...
    Coincidimos en valorar estos regalos de la Naturaleza, que
    damos por obvios, cuando en verdad, no deberían serlo

    Besos, Puri, y muy buen fin de semana

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  4. Qué curioso! Esas pequeñas rutinas de la naturaleza tan espectaculares y con que facilidad se nos olvida disfrutar de ellas. Ayer en un post comentaban que había pocas mariposas, y es cierto se ven pocas. Lo mismo pasa con este post tuyo, de repente lees lo de ver salir sol y te cuestionas ¿cuánto hace que no me tomo ese tiempo? Se nos olvida disfrutar de las cosas más sencillas.
    Besinos y buen fin de semana, hasta el lunes

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  5. ¡Gratis y repetido cada día!
    Y hermoso siempre.
    Besos.

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  6. El tiempo que paso en el pueblo aprovecho para ver amaneceres y atardeceres. Prefiero lo último, te pilla en mejor hora, cojo una silla y espero ver esconderse el sol, con un libro, un periódico, la radio o con nada. Para el amanecer, me acuesto con la maquinita rosa en la mesilla, si me despierto saco la foto; forzar el despertar por una foto, ni hablar. Me encanta el rosa del principio.
    Bellísima entrada, Puri.

    Besos

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  7. Si me ha tocado ver amanecer ha sido por estar viajando.Estando tranquila en mi casa me niego a madrugar para verlo.........si lo hiciera todo mi cuerpo se pondría en mi contra y me obligaría a dormir en el momento preciso de la salida de nuestro astro rey. Besotes

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  8. Son momentos mágicos que se van repitiendo cada día, y podemos disfrutar gratis.

    Un beso.

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  9. (te puse un comentario y se lo tragó)
    Pues que a mí me encanta ver amanecer sobre todo cuando estoy de viaje o de acampada, me parece que el sol es distinto, fíjate!
    Besitos

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