Hubo un tiempo en que el mes de septiembre, yo no lo asociaba precisamente con el otoño.
Este año hay que renovarle la mochila a uno y los estuches a dos, un compás que perdió el aparato donde se pone la mina. Las escuadras y las reglas del segundo se rompieron en protesta de lo apretujados que van, me dijo el interesado con una cara de guasa de no te menees.
El pequeño, a voces desde el baño, -que tengo que llevar typex,
-¡Ni hablar!, usas la goma de borrar y si no, tachas!, así te acuerdas del fallo. Pues no es moderno tu profe, ni nada.
- Me hace falta un
“saca”, - bueno primero buscas el último del año pasado, te compré tres por
lo menos.
-Vale.
-Vale.
-Mamá, el libro de inglés dice la seño que no sirve
porque mi hermana escribió en los márgenes todas las soluciones.
-Tu hermana no tiene arreglo le gusta dejar señales por donde pasa.
-Me ha dicho
la de gimnasia que tenemos que llevar gorro para la piscina.
-Bueno a lo mejor hay alguno por ahí de tus hermanos. -Siii ya sé, y también un chandal.
-Bueno a lo mejor hay alguno por ahí de tus hermanos. -Siii ya sé, y también un chandal.
-Mamá, qué
pongas el nombre en los libros antes de
forrarlos para que no se borren.
-Pues ya no hay
remedio los forré anoche, a seis por niño….
-Mamá, me hacen daño las zapatillas deportivas,
-Porque aprietas mucho los cordones, átalas más flojas, ya verás.
-Mamá, que me hacen daño en el dedo gordo.
-Bueno, te compraré unas, pero olvídate del último modelo, serán como
yo diga.
-Ya, las más birrias, las que ya no lleva nadie.
-El de pre-tecnología mañana nos dará la lista de lo que me tienes que
comprar.
-El cuaderno de dibujo no es este, te lo dije, que este año es de los
grandes.
Y poco a poco, todo, o casi todo tenía solución.
Y poco a poco, todo, o casi todo tenía solución.
Ya en octubre, las cosas se relajaban, eso que todavía quedaba por solucionar el encaje de horarios de las clases "extraescolares".
(Los recuerdos a veces juegan con uno, y no puedo asegurar que no me haya inventado algo. A saber lo que recuerdan éllos, porque visto así, parezco un poco madrastrona.)
(Los recuerdos a veces juegan con uno, y no puedo asegurar que no me haya inventado algo. A saber lo que recuerdan éllos, porque visto así, parezco un poco madrastrona.)
Esa “tortura” de los "septiembres" ya bastante
lejanos, ahora me parece música celestial.
Los recordé mientras buscaba el papel con
el horario de mis clases de este año, (ahora la estudiante soy yo) en la
Universidad de Mayores, de la U.A.H.
Entre la extensa oferta de monográficos cuatrimestrales de este curso, elegí estos.
"Historia de
América Latina Contemporánea; lunes de
las 17h. a
las 18,30h.
El
tiempo de Cervantes; martes de 18h. a las 20,30h.
Lugar de impartición; Facultad de Derecho."
Lugar de impartición; Facultad de Derecho."
Puri.
Imagen Internet.
Menudo panorama!, no me extraña que olvidaras el otoño. Me alegra que ahora el curso empiece para tí, es tu momento, son tus libros, libretas, horarios etc...
ResponderEliminarY el otoño sigue empezando en Septiembre....
Un besito de vuelta Puri
Y no tendrás que comprar libros. Ahora todo se soluciona con el ordenador.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia tu escrito y me he identificado mucho con él.
ResponderEliminarEso de estar en la Universidad es estupendo, nunca es tarde si la dicha es buena y el aprender no ocupa lugar.Besicos
Septiembre es un mes para volver a iniciar las clases, no importa la edad cuando realmente se quiere aprender, nunca es tarde para ello, y siempre es positivo aprender, para comenzar a preparar las cosas y ponerse a estudiar.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada.
Un beso.
Seguro que los recuerdos estarán algo distorsionados porque siempre lo hacen, pero al final es lo que queda.
ResponderEliminarMe alegro que sigas estudiando. Ya nos lo contarás por aquí. Me gusta "El tiempo de Cervantes" debe de estar muy interesante y ya sabe el lema: "Nunca es tarde para aprender"
Un beso
Luz
Aquí setiembre marca el inicio de la primavera, pero el concepto se entiende, basta con decir 'otoño' y voilà.
ResponderEliminarHay que aprender y desaprender, siempre para crecer.
Un fuerte abrazo.
HD
Vaya esa música nos suena!!! Mejor expresada no puede estar.
ResponderEliminarToda nuestra admiración, ¿Tienes tiempo para estudiar?
Besinos
Mis nietos me recuerdan a diario aquella etapa, aunque diferente.
ResponderEliminarComo ya no habrá plazas para el curso de Cervantes..., ya me contarás. ;-))
Besos
Septiembre huele a lapiceros y a goma de borrar. Olores nuevos con hojas viejas. Esos cursos tienen buena pinta, Puri. Disfrútalos.
ResponderEliminarPreciosa foto (el beso de los lápices) Era un sueño, menos mal. Pero queda la nostalgia de aquellos septiembres. Ya contarás cómo te va en esos cursos cuatrimestrales :)
ResponderEliminarBienvenido, Diego; Precios idea lo del beso de los lápices.
EliminarLos cursos creo que irán bien, no son los primeros que hago.
Saludos.
Ja ja ja...yo ando parecida, increíble!
ResponderEliminarBesitos cómplices
Septiembre es el inicio de la vida, en realidad. Qué olor el de los libros de texto recién comprados.
ResponderEliminarUnos recuerdos que parecen tomados del tiempo de muchas madres y de muchos niños que comienzan el cole... Tu texto es tan "realista" que me remueve un poco por dentro..
ResponderEliminarMe alegro de ahora te toque a ti, y de que esas clases sean tan bonitas.
Un abrazo.