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Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013 |
Como todos los años, llega el acontecimiento que más importa en nuestra ciudad. No por que vengan las más grandes autoridades, ni por las múltiples actividades que lo anteceden, sino porque el "espectáculo" siempre es diferente, y depende en parte del premiado de turno. A veces el personaje protagonista del año no es muy conocido, a pesar de ser su obra muy importante y de que toda su vida la dedicó a eso de pensar, a inventar, a escribir y fabular, porque de eso va el asunto, seguir el rastro de Don Miguel de Cervantes, y por ello, llegar hasta aquí para recibir los honores merecidos y disparar el conocimiento de su obra y su persona, la mañana de un ventitrés de abril.
A eso de media mañana, llegó ella; de una larga lista de galardonados es la número cuatro de "ellas". De avanzada edad, (como casi todos), menuda, cabello blanco, cara amable y risueña, y elegante con su "huipil", alegre y colorido que vestía en homenaje a las mujeres de su pais. Le dieron los parabienes, los saludos, las felicitaciones, y después de colgarle la medalla en el cuello se remangó la falda y despacio pero segura subió hasta el estrado del Paraninfo, reservado para los elegidos, allí su figura menuda parecía una pequeña imagen en la hornacina del templo, templo donde se veneran las palabras habladas y escritas en castellano.
Despacio y tranquila fue desgranando su discurso, y sin perder la sonrisa que es como más efecto hacen las verdades, ella repartió las suyas a todo el que la escuchaba. "El poder financiero manda no sólo en México si no en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos de Sancho Panza, son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos de los destartalados, los candorosos"...
Nombró a muchos de sus amigos, también grandes escritores, mujeres y hombres importantes, que compartieron y comparten con ella además de la amistad, su pasión por el oficio de escribir. De entre todos ellos fue García Márquez, el que más estuvo, en espíritu, por los méritos propios, y por la cercanía de su despedida. Y habló de muchas mujeres, de las más lejanas a las contemporáneas, sin olvidarse de ninguna de las imaginadas por Cervantes.
De nombre clásico, apellido difícil y un marido "estrellero" , dice ella, y princesa, aunque no quiso serlo, Doña Elena Poniatowska, francesa de nacimiento y mexicana por convicción, lució en todos los sentidos, y nos encandiló con su aspecto de abuela encantadora, que entre sonrisa y sonrisa defiende y critica a partes iguales. Y como era de esperar ella contribuyó a que el espectáculo de este año fuera además de interesante y entrañable, muy diferente. Ahora toca leerla para dscubrirla más profundamente.
Bienvenida y adios, Doña Elena, un gusto haberla visto y oido por aquí y como dicen por allá, que le vaya bonito.
Si no lo escucharon, les aconsejo que vean su discurso entero porque no tiene desperdicio
Purificación.
Fotos: Internet
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Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares |
Nombró a muchos de sus amigos, también grandes escritores, mujeres y hombres importantes, que compartieron y comparten con ella además de la amistad, su pasión por el oficio de escribir. De entre todos ellos fue García Márquez, el que más estuvo, en espíritu, por los méritos propios, y por la cercanía de su despedida. Y habló de muchas mujeres, de las más lejanas a las contemporáneas, sin olvidarse de ninguna de las imaginadas por Cervantes.
De nombre clásico, apellido difícil y un marido "estrellero" , dice ella, y princesa, aunque no quiso serlo, Doña Elena Poniatowska, francesa de nacimiento y mexicana por convicción, lució en todos los sentidos, y nos encandiló con su aspecto de abuela encantadora, que entre sonrisa y sonrisa defiende y critica a partes iguales. Y como era de esperar ella contribuyó a que el espectáculo de este año fuera además de interesante y entrañable, muy diferente. Ahora toca leerla para dscubrirla más profundamente.
Bienvenida y adios, Doña Elena, un gusto haberla visto y oido por aquí y como dicen por allá, que le vaya bonito.
Si no lo escucharon, les aconsejo que vean su discurso entero porque no tiene desperdicio
Fotos: Internet