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El color azul tiñe mucho, -se dijo
mientras pintaba- con una pequeña cantidad de pintura, podrá pintar casi todo el mar, mezclado con un poco
de blanco y una pizca de carmín simular la lejanía, y con unos toques generosos
de blanco puro; la espuma blanquísima de
las olas al chocar contra las rocas, dejando clara y precisa la cercanía del primer plano.
Unos pasos para atrás para tener perspectiva. El cuadro
es una ventana por la que esta vez se ve el mar.
En un descanso, y para distraer su vista y su
pensamiento, a veces lee el libro
que tiene entre manos, y que ahora mismo la tiene
acongojada, “se mata sin pensar, bien
probado lo tengo; a veces sin querer. Se odia, se odia intensamente, ferozmente
y se abre la navaja, y con ella bien abierta se llega descalzo hasta la cama
donde duerme el enemigo”… afirma
Pascual, atribulado y trágico.
No sabe porque peregrina razón ella cree que no hay que mezclar los problemas ni las preocupaciones. Es
imprescindible colocarlos en el pensamiento, en paquetes bien cerrados y separados y nunca abrir más de uno a la vez, -o te volverás loca-.
Por eso después de leer un rato al Cela tremendista, deja
a un lado la historia dura y cruel, sin una mañana alegre, ni un recuerdo confortador, ni siquiera una
licencia a la amabilidad y al sosiego en la vida de Pascual Duarte.
Vuelve
al cuadro para seguir pintando, y respira relajada ante tal serena magnitud.
Aquí también hay violencia –pensó- la del agua contra las rocas, y el ruido infernal
que provoca el choque, después viene la recompensa del cielo raso hermoso y
azul, el mar en calma, de otro azul parecido pero distinto, y las rocas
esperando pacientes el golpe del agua, como un abrazo violento y necesario.
Así como Pascual, vive y respira la violencia por todos los
poros de su piel; la de fuera y la suya propia, la interior, y necesita como las olas, chocar contra algo
duro y resistente que lo detenga y
diluya su odio contenido, empapando la tierra antes de que se tiña de rojo toda
la inmensidad.
Enorme descuido; pensó
en dos cosas a la vez. El rojo sangre se mezcló con el azul ultramar y sin remedio se convirtió en el color del martirio,
y la muerte sin remisión.
P. Merino
P. Merino
Pintura: Piet Mondrián
Finalmente todos los colores se buscan y se mezclan.
ResponderEliminarMe ha encantado tu texto, profundo e inteligente.
Tienes un blog muy atractivo.
Saludos.
Hola Volarela, bienvenida a mi blog. Gracias por tu visita y tu opinión.
EliminarSaludos.
Cela está un tanto olvidado últimamente. Y el de Pascual Duarte es un buen libro, ni comparar con otros que hizo cuando se enroló en una marina matrimonial y mercante.
ResponderEliminarTu relato es una buena conjunción de música y pintura. Nunca he cogido un pincel pero creo que el rojo lo tiñe todo. La violencia de la naturaleza no lo es tal, la de los seres humanos es otra cosa.
Qué envidia,lees,pintas y escribes.
Besos, Puri.
Tienes razón Mª Ángeles, es un buen libro, aunque muy duro de leer.
EliminarMuy bueno eso de la "marina matrimonial y mercante".
Besos.
Muy cierto: no hay que mezclar los problemas e ir solucionándolos uno a uno, si los tomáramos todos juntos armarían una gran ola que nos ahogaría como un tsunami.
ResponderEliminarGracias Puri por tus palabras de Bienvenida. Fue un gusto, lo repito, conocerte en Madrid.
Besos
Será mejor no mezclar los problemas, pero creo que en la práctica es bastante difícil.
EliminarTe digo lo mismo, encantada de conocerte.
Besos
Excelente relato.
ResponderEliminarYo soy partidario de mezclar, pero según qué cosas...
Besos.
Gracias por tu evaluación.
EliminarMe estoy dando cuenta de que hoy toca el verbo mezclar.
Y sí, según que cosas.
Besos.
Tienes mucha razón, que a veces mezclamos lo que no debemos mezclar, y así nos va.
ResponderEliminarMe alegro que estos relatos escritos hace muuuucho, en nuestra etapa del club de lectura D. Juan I con P.M.T. vean la luz.
Besos
Sabemos que es peor, pero lo hacemos constantemente.
EliminarMe alegro de que te alegres, ya veo que tienes buena memoria. Pues parece que fue ayer.
Besos.
Una cosa es mezclar colores (los que saben), otra mezclar las cosas que cada día nos asaltan. Un beso grande.
ResponderEliminarSor Austringiliana tiene un mensaje en su blog, para Pamisola.
ResponderEliminarhttp://elblogdesoraustringiliana.blogspot.com.es/2012/10/llego-el-otono-sor-austringiliana.html?showComment=1354365528332
Besos