Perdónenme
ustedes, pero es que últimamente estoy muy pesetera, y me cabreo, tengo que
reconocer, por detallitos
insignificantes, por cosas tontas y sin importancia que pasan en este maravilloso país. En las
importantes prefiero no pensar.
Ya
saben, con todas estos problemas que nos
tienen apabullados, preocupados, hartos, todos esos nombres técnicos que maneja
todo el mundo, el que sabe y el que no.
Ya se habrán dado cuenta a lo que me
refiero, al estado de la
economía, A la “prima” esa y a toda la parentela, y cómo hacer que los
ricos lo sean más a costa de lo que sea.
Y
eso del “rescate” a mí me recuerda más a las princesas encerradas en la
torre del castillo, la princesa Sigrid de mis tiempos, no esperó tanto a que la
rescataran, pero es que el Capitán Trueno sólo se guiaba por ¡el amor!
Como les decía estoy muy sensible en
lo que al euro-peseta se refiere, y en cuanto que oigo que se va
arreglar algo, que no le veo mucho interés, la verdad, pues me pongo nerviosa a
contar con los dedos (es una manía) y me pregunto ¡ESTO CUÁNTO VA A COSTAR!
¡ESTO QUIÉN LO VA A PAGAR!
Por ejemplo: “El Libro Códice Calixtino”, que desapareció por arte de magia de un señor
electricista que pasaba por allí? ¡No!, que casi, vivía allí. Se lo llevó por
fastidiar a sus dueños pues vaya usted a saber por qué, a lo mejor
hacía mucho tiempo que no le preguntaban por la familia. El asunto es que ahora
después de recuperarlo y con tanta
emoción pues ¡hale!, a poner todos los medios habidos y por haber (que no le
falte de ná) para que esto no vuelva a
ocurrir. Y aquí es donde me pongo nerviosa y a contar con los dedos… y después las preguntitas:
¿La
Iglesia?, no creo, es pobre, y cuando alguien insinúa que en las circunstancias en que se encuentra el país debían de hacer por solidaridad cristiana lo que todo el mundo hace por
obligación como:
¡PAGAR EL I.B.I.!
Van y se ponen por las nubes,
amenazando que se puede terminar el “Maná” de los necesitados. Horror.
Y mientras en el mundo de los humanos
normales, pasa lo mismo todos los días, no cambia nada, mejor dicho sí cambia,
porque según los voceros del gobierno y adláteres, esto va a ir a peor.
Pues mientras, también me coge
sensible lo del "Hecce Homo" de Borja. Lo ridículos que somos en este país y
hacer de una tontada una noticia que ya ha recorrido el mundo. Tiene gracia la
cosa si a esta pobre señora el trabajito de recuperación le hubiera quedado
bien, lo mismo no le dan ni las gracias, pero como no ha sido así, hasta la
heredera del “artista” la pone a caldo,
y si no es porque la cosa hace gracia a
la gente y el asunto toma otros derroteros, ya le iban a pedir un indemnización
y todo. Ole.
No creo que el cura no lo supiera, al
contrario le parecería estupendo porque gracias a la afición y a la fe de esta buena
vecina les saldría gratis. Pero no, no le salió bien, y entonces se lía la de “Dios
es Cristo” (perdón, lo tenía a huevo).
Y se llama a los expertos-entendidos, a quien haga falta, que tampoco falte de ná. Y
sin tardanza se presentan allí con toda su impedimenta, todo lo necesario para
hacer el milagro, (lo sigo
teniendo a….) pero no voy a abusar.
Y después de investigar la gran obra
de arte pifiada, declaran risueños, “no creemos que haya problemas para poder
recuperarlo”. ¡Ah! Menos mal!, ¡que peso nos quitan de encima! Pero eso ya no importa porque los vecinos
quieren aprovechar el tirón de la obra
mamarracho, atrae a los visitantes y de paso compran lo típico de allí, y todo
lo que sea negocio está por encima del buen nombre, del pueblo, del arte, y de
la misma Iglesia, que para eso estamos en crisis
Y para rizar el rizo ¿oigan, se pueden
recuperar las dos imágenes? La buena y
la mala, “se mirará, puede resultar
dificultoso, y si no se puede, se recuperará la original”
Pero vamos a ver, digo yo, si tenía tanto
valor (artístico, claro del otro ya sé que sí) la imagen en cuestión, por qué no llamaron a
un profesional desde el principio. Yo lo
que haría en la oscuridad de la noche, sería darle un manita de cal a la pared y aquí
paz y después gloria. Total de
imágenes religiosas estamos sobrados.
Pero si se deciden a arreglarlo: ¡ESTO
CUÁNTO VA A COSTAR!, ¡ESTO QUIÉN LO VA A
PAGAR! Y empiezo a contar con los dedos.
Imágenes Internet. Lo siento, yo no doy pá más
P. Merino
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Yo ya no tengo dedos suficientes...
ResponderEliminarVen, Capitán Trueno, haz que gane el bueno. Podría ser nuestro grito de guerra. Yo también leía aquellos inolvidables tebeos.
ResponderEliminarComparto tus sentimientos, Puri. No damos pa más.Cada vez más peseteros, qué remedio.
Besos
Como sigan así, no sólo dedos, sino muchas cosas más, van a faltarnos.
ResponderEliminarBesos