Habitación de hotel. Edward Hooper. |
Ella, estaba ya en el Palacio de Villahermosa, y aunque no lo parezca, recibió encantada a todos los demás que salieron de la mente y las manos del mismo
creador, y que estaban por ahí
desperdigados, cuando este verano vinieron a visitarla.
Les pusieron a todos juntos para
que pudieran saludarse, familiarizarse,
y conocerse sin perder la compostura.
El
Señor Barón hace tiempo que se fijó en Ella, y la trajo aquí. Ahora ha de seguir el
viaje con todos los demás, y no está muy convencida. Ya está el equipaje
preparado sólo tendrá que ponerse el vestido y los zapatos y coger el sombrero. Mientras, hace tiempo ojeando un folleto de viajes o
algo parecido, antes de salir hacia París.
Después Ella, volverá otra vez a palacio por deseo expreso de la Señora Baronesa, dispuesta de nuevo para recibir a las visitas, y otra vez por un tiempo indefinido seguir disfrutando de su eterna soledad.
Después Ella, volverá otra vez a palacio por deseo expreso de la Señora Baronesa, dispuesta de nuevo para recibir a las visitas, y otra vez por un tiempo indefinido seguir disfrutando de su eterna soledad.
P. Merino.
A veces la soledad es la mejor compañera de vida. Te acostumbras tanto a ella que cuando no la tienes, no vives.
ResponderEliminarPrecioso Puri
Un saludo
mj: Me alegra tu visita, bienvenida, o bienvenido a mi blog.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Saludos.
Has dado vida a la mujer de Hooper, tan sola en su hotel. Menudo ojo pictórico tenía el barón.
ResponderEliminarLa soledad es una parte de la vida, la necesitamos a veces.
Besos, Puri.
Y qué soledad más enigmática. Buen texto.
ResponderEliminarHay muchas clases de soledad, esa es una de ellas.
ResponderEliminarLa ideal es la que una elige.
Me hubiese gustado ir a la exposición.
Ya veo que has cambiado la foto. ;-))
Abejita:
ResponderEliminarPues si el Barón tenía buen ojo y mucho dinero, el resultado es una magnífica colección de cuadros, entre ellos éste. El museo más completo para mi gusto, porque abarca todos los estilos desde el S. XIII hasta comienzos del XX.
Más las exposiciones que van y vienen.La de Hopper, genial.
Abrazos.
Pedro:
Es un momento de soledad atrapado en un cuadro, o sea, casi para siempre.
Gracias por la evaluación.
Saludos.
Kety:
Creo que la mayoría de las soledades son impuestas por las circunstancias. Mejor es cuando se busca, como dices tú.
Seguro que te hubiera gustado la exposición.
La foto no está muy segura.
Besos.
Al final me he perdido esta magnifica exposición de Hopper en el Museo Thyssen-Bornemisza, menos mal que ella volverá.
ResponderEliminarMe gusta mucho como nos lo has contado.
Besos
Luz
La exposición estuvo muy bien. Seguro que Ella volverá, y los demás pues cualquier día que se tercie.
ResponderEliminarGracias Luz, por el comentario.
Abrazos.